Fue casualidad. Sus responsables aseguran que todo empezó con una entrevista a la monja benedictina y doctora en Salud Pública, Teresa Forcades (Barcelona, 1966), que debía formar parte de un documental con varias voces cualificadas sobre la gripe A y la vacunación. Al escuchar sus palabras, las entrevistadoras decidieron avanzarse al montaje final del documental para, sin a penas editarlo, divulgar por Internet el mensaje de 54 minutos de la monja, que se opone a la vacunación obligatoria (si al final la hubiera) y que duda del buen hacer y de los verdaderos intereses de las industrias farmacéuticas.
Forcades es una mujer culta (estudió medicina en Barcelona y se doctoró en Estados Unidos) y religiosa (vive en el convento de Sant Benet de Montserrat), que goza del don de la comunicación (su voz es clara y firme; y su discurso, irrefrenable). El formato de su mensaje es audiovisual, e incluye un soporte escrito, a modo de resumen, conclusión y notas al pie de lo dicho a cámara. Resumiendo: una monja 2.0, multidisciplinar, multimedia y mediática.
El video Campanas por la gripe A se propagó a toda velocidad a través de correos electrónicos y redes sociales, cual marketing viral. De repente, un tema que venía mascándose desde hacía semanas aunque sin tomar una forma concreta (dudas, miedos y sarcasmos ante el inminente periodo de vacunación), saltó a las portadas de los periódicos.
Las artífices de este video son Judith Abadías y Alicia Ninou, Alish, que se define en su web como una “periodista independiente” cuyo compromiso es “informar y opinar”. A su alrededor, otros tantos internautas e integrantes de foros varios engrosan las filas de los que dudan de todo por sistema, luego se informan tan bien como pueden, y finalmente se posicionan y actúan. Y así alimentan esa corriente de información alternativa (Periodismo Ciudadano 2.0) que corre paralela a la “verdad” que nutre periódicos, radios y televisiones (Periodismo Tradicional).
Además, Forcades no es la única voz “cualificada” que pretender poner algo de sentido común ante la pandemia de gripe por el virus AH1N1 declarada por la OMS. El jefe del servicio de Farmacología del Hospital de la Vall d’Hebron de Barcelona, Joan-Ramon Laporte, declaró hace un mes en una entrevista que le hizo El Periódico que había mucha gente interesada en exagerar los riesgos de la nueva gripe. Al otro lado, los comunicados oficiales de la OMS o del Ministerio de Sanidad aseguran que la cosa es seria pero está “bajo control”. La polémica está servida; y las dudas, sembradas.
En medio de tanta contradicción está la mayoría de los ciudadanos, sin estudios en medicina ni experiencia previa en prevención y tratamiento de virus “desconocidos”. Con la gripe de 1918, los escasos y rudimentarios medios de comunicación de la época se limitaban a hacer un recuento de bajas y a ser vocero de las autoridades. Hoy, con Internet, sufrimos una seria “infoxicación”. Es decir, tenemos más información que nunca, pero el miedo que sentimos sigue provocándonos los sudores fríos de siempre.
17 d’oct. 2009
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